Está bien renunciar

Saurabh Kumar Laddha era un joven indio quien tenía una preparación académica envidiable, un puesto de trabajo en una compañía transnacional a la que muchos aspirarían entrar y quien, a sus 25 años, decidió quitarse la vida.

La razón que expresan los medios de comunicación, con base en entrevistas a los otros jóvenes con quienes vivía, reportan lo mismo: presión extrema en el trabajo.

Y aquí debo ser muy cuidadoso. No tengo más detalles, pues al investigar en la red las notas repiten lo mismo una a otra.

Sin embargo esta historia me da pie a poder compartirte una perspectiva que, en mi intención, busca que tu puedas ampliar la tuya.

Hoy es muy común hablar de salud mental, balance vida carrera, el estrés y sus efectos y, en casos extremos, el burnout que puede llevarte a la muerte auto-inflingida, de manera consciente o inconsciente.

Esto no es nada nuevo, desafortunadamente.

Los japoneses comenzaron a utilizar un término, karoshi, precisamente para identificar la “muerte por trabajo en demasía” y que está asociada a una muerte súbita por exceso de estrés, una mala nutrición y una salud emocional muy desmejorada.

La generalidad de estos casos apunta a un ambiente extremadamente demandante, con extensas horas de trabajo, sobrecarga de responsabilidades y tareas, acumulación de estrés, falta de descanso y sueño y, generalmente, aderezado con una cadena de mando muy pobre en sus habilidades de liderazgo.

En las redes se habla mucho de esto y el foco principal apunta a la empresas, a sus culturas dañinas y a sus liderazgos precarios.

Sí. Soy consciente de que eso existe. Negarlo sería como querer tapar el sol con un dedo.

Sin embargo, todo ello es algo que nadie puede controlar. Tú no puedes intervenir directamente en las políticas y en las formas en que el trabajo se da en una empresa. Tu influencia en tus jefes, y en la cultura misma, es muy limitada.

Cuando hablo y escribo de sobre Maestría Personal, me refiero a tomar responsabilidad sobre tus emociones, pensamientos y acciones de tal manera que, aún en un mundo que no puedes controlar, si puedas determinar cómo quieres moverte en él.

Es muy importante comprender el burnout y sus efectos. No es solamente un estrés exagerado. El burnout es un “es un estado debilitante de agotamiento emocional, desapego de la realidad y eficacia reducida causado por el estrés crónico” y, en este caso, relacionado al lugar de trabajo.

No poner atención a estos síntomas pude llevar a la persona a algo más grave y profundo como depresión, hipertensión, problemas cardiacos y tendencias suicidas.

Si bien es cierto que lo esperado es que las organizaciones atiendan esto de manera directa, efectiva e inmediata, me gustaría enfocarme en algunas reflexiones sobre cómo la persona podría manejar esto de una forma distinta.

Y soy consciente de que cada caso es un caso. No puedo generalizar y mucho menos desestimar lo que alguien pueda estar pasando y sus razones personales, por lo que la primera recomendación es buscar ayuda profesional de manera inmediata.

Ahora bien, algunas reflexiones:

 

  1. Está bien renunciar. Si has agotado todos tus recursos y no ves un cambio y tu salud física y mental está siendo afectada, ¿por qué esperar? Sí, entiendo que ante una decisión de ese calibre probablemente te meterás en complejidades de todo tipo, incluidos las financieras, pero al final es tu vida. No hay nada que pueda pagar el costo de perderla por algo así.
  2. Sí. Una cultura organizacional puede ser tóxica. Solo recuerda que no estás encadenado a tu trabajo, y si éste te está haciendo la vida miserable, sí, está bien renunciar.
  3. Esto no solo habla del estrés derivado de la carga de trabajo. En muchas ocasiones implica cosas más profundas como la capacidad para establecer prioridades en la vida, imponer límites y respetarlos, incapacidad para gestionar de una manera efectiva y saludable el estrés, dimensionar correctamente conceptos como “responsabilidad” y “ética profesional” hasta un visión desvirtuada de lo que es verdaderamente importante en la vida.

 

Hay una frase que me topé en las redes y que no sé de quien es, pero refleja en una simplicidad extrema el enfoque que te comparto: “El mundo exterior no es responsable de tu paz. Solo tú lo eres”.

Ni todo el trabajo, las responsabilidades, el salario o el poder justifican tirar por la borda lo más preciado que tienes: tu vida. Y eso implica también hacerse responsable por ella.

Te lo dice alguien que se aventó dos viajes al hospital. Uno de ellos con una parálisis facial y otra, en la que sí me dio muchísimo miedo, cuando me desvanecí de la nada.

Y todo derivado de un estrés extremo al que había estado sometido por meses y del cual me era muy difícil siguiera hablar… ya ni digamos de manejar.

Si bien en ese entonces trabajaba en uno de los lugares más tóxicos que he conocido, también es cierto que en ese entonces -y más a la luz del tiempo y la experiencia- mis habilidades de auto-gestión, de manejo de estrés, para estables mis límites y hacer que se respetaran, eran muy pobres.

Y me costó mucho comprenderlo y asumir esa parte de mi responsabilidad.

En mi caso, y después de pensarlo, decidí renunciar.

No te diré que el viaje ha sido fácil. Una decisión de ese tipo desata muchos temas que antes no tenías que abordar y despierta muchos dragones internos que en ocasiones son complicados de controlar.

Pero al final, como lo comparto en mi libro, todo en este viaje es un aprendizaje.

Nada es más importante que tú. Pero eso solo tú mismo puedes establecerlo.

Ámate, y como dice Kamal Ravikant, “ámate como si tu vida dependiera de ello”.

Toma responsabilidad de tu vida.

Decide.

Acepta lo que viene con esa decisión…

… y evoluciona.

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1 thought on “Está bien renunciar”

  1. Buenos días. Muy interesante tu contenido Héctor, pienso que hay temas muy complicados de tratar porque eso puede implicar adentrarse en uno mismo y muchas veces no queremos; sin embargo, pienso que en la gran mayoría de las veces la gente es inconsciente, y pienso esto porque no creo que alguien consciente y sabiendo que está dañando su salud y consecuentemente atentando contra su vida lo haga de forma consciente. También creo que en muchas ocasiones las personas que trabajan en ambientes “tóxicos” de algún u otra forma se acostumbran (no digo que sea correcto) y esta costumbre los hace que muchas cosas las vean normales, el problema es cuando se pasa esa línea tan delgada e interfiere en tu salud física y emocional.

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