¿Estás listo para ganar?

Tienes un objetivo. Quizá ya hiciste un plan. Probablemente con todo nivel de detalle.

Estás listo para ganar, pero… ¿has ganado?

¿Te has quedado con toda la intención pero sin avanzar?

Y lo peor, ¿acabas después recriminándote el por qué “SIEMPRE” pasa lo mismo contigo?

Yo he hecho mil planes.. y cientos se han quedado en el tintero…

… y vaya que también me he recriminado al punto de dejarme emocionalmente como una piltrafa.

Pero entonces ¿de qué se trata? ¿No tenemos lo necesario para lograr nuestras metas?

La respuesta es SÍ, pero hasta para planear ganar necesitamos un plan y en este artículo te comparto uno que me pareció fenomenal: el plan para ganar del Coach Prime, Deion Sanders.

Plan Para Ganar

  1. Trabajo duro (*ya te diré mi punto de vista más abajo)
  2. Enfoque
  3. Disciplina
  4. Accountability
  5. Consistencia
  6. Actitud

¿Estás listo para el viaje? Que en 5 minutos te platico lo que yo he aprendido en el mio.

1. Trabajo duro

Yo tengo un tema con la palabra “esfuerzo” pues me suena a sacrificio. No se por qué y probablemente esté equivocado en eso.

A mi me gusta llamarlo “trabajo productivo”. No se trata de desgastarse, o se trata de quedar exhausto como si un camión te hubiera pasado por encima (porque creo que no es necesario), sino asegurarte de que lo que sea que estás haciendo te ayude a avanzar.

Puedes trabajar duro y seguir estacionado en donde estás.

Pero puedes trabajar de manera productiva y moverte. Y quizá te sorprenda que algunas veces lo logres sin “esfuerzo”.

Y sí, quizá acabaras cansado, exhausto y demás. Pero te aseguro que también acabaras con una sensación de gratitud por lo avanzado.

¿Qué mata al trabajo productivo? Llenarte de trabajo, estar ocupado, pero no avanzar ni un centímetro.

Así que busca ser productivo con lo que haces. No se trata solo de estar ocupado.

2. Enfoque

¿Lo que haces está alineado con tu meta?

Muchas veces nos desviamos. Muchas veces ponemos la energía donde no se necesita o donde no nos sirve de mucho.

Estar enfocado es estar confirmando que tus actividades, lo que haces todos los días, la llamada, el correo, el contenido, está orientado hacia lo que buscas lograr.

Es ver que ese componente suma, aunque sea de manera minúscula, a la realización de tus sueños.

Es mantenerte en el camino y no desviarte por la vereda.

¿Qué mata al enfoque? El perfeccionismo. Al menos ese fue mi caso.

Quería que todo fuera tan perfecto que mi enfoque se movió a los detalles y perdí de foco la gran imagen, mi sueño.

Y así fue como fracasé en mi primer emprendimiento.

3. Disciplina

Hay dos formas de verlo: o te “fuerzas” a hacer las cosas aunque no quieras, aunque tu nivel de energía esté más triste que la pila de tu celular.

¿Lo haces? ¿Te funciona?

Pero hay otra forma de ser disciplinado: tener muy claro tu por qué.

La fuerza de voluntad sirve para arrancar, para comenzar, para salir de un pozo profundo.

Sin embargo no es suficiente para mantener la disciplina a largo plazo.

Si acabas forzándote a hacer las cosas cuando “no quieres”, ¿que tipo de energía estarás imprimiendo a eso que haces?

¿Te suena conocido?

Yo acababa borrando el artículo, posponiendo las llamadas o rogando al cielo porque me movieran las juntas.

¡Y era MI negocio!

Me olvidaba del tema por varios días y curiosamente retomarlo requería enormes cantidades de energía de mi parte.

Aplicar la fuerza de voluntad como único recurso considero que debería ser clasificado como violencia personal.

¿Qué mata a la disciplina? No tener claro el por qué quieres lo que dices que quieres.

Y no, no me digas que lo quieres porque es lo que sigue, porque todo mundo lo tiene o porque te llevará a donde quieres.

El verdadero por qué, el que verdaderamente te va a servir en los momentos más grises, generalmente está muy debajo de ese sustrato de justificaciones.

¿Tienes claros tus por qués?

4. Accountability

La famosa rendición de cuentas.

O dicho de otra forma, tener el coraje de asumir tus responsabilidades y las consecuencias de cumplirlas o no cumplirlas.

Si tu objetivo es laboral, tu rendición de cuentas seguro estará relacionada con tu jefe.

Si eres emprendedor o dueño de negocio, seguro estará relacionada con tus clientes.

Si es un tema personal, seguro estará relacionado con tu familia.

¿Qué pasa si DECIDES no hacer nada? ¿Qué pasa si decides mandar al cuerno tu sueño y buscar otro? ¿Qué pasa si decides no cumplir? ¿Con quién quedas mal?

¿Mi opinión? No importan los demás.

Aquí el común denominador eres tú. ¿Qué sentirás estar en tu pellejo sabiendo que DECIDISTE no cumplirlo? Tu jefe, tus clientes o la familia quizá te lo recriminarán.

Será duro será asumir tu decisión y las consecuencias que traiga consigo.

Pero lo más duro será la auto-recriminación que vendrá con todo esto.

A eso yo le tengo un pavor al punto que hace que me mueva.

¿Qué mata a al accountability? Asumir una posición de víctima donde alguien más o tus circunstancias son las responsables de que no logres tus sueños.

Perra vida, que mala suerte.

5. Consistencia

Roma no se construyó en un día.

La consistencia es mostrarte ante la vida todos los días. Especialmente en los días grises.

¿Fácil? Ni de chiste. Pero la vida funciona así.

Si tu das un paso, la vida da 10,000 por ti. Si tu te quedas estacionado, la vida también.

La vida no te esclaviza a nada.

Y claro, también habrá días para descansar, para cargar baterías. Días en los que será necesaria la desconexión para conectar, pero conectar contigo.

Así que nunca dejes de mostrarte ante la vida.

Le demuestras al mundo que tu sueño importa… pero sobre todo te lo demuestras a ti mismo.

¿Qué mata a la consistencia? Pensar que no pasará nada si dejas pasar un día, una semana, un mes. La procrastinación mata la consistencia.

Creerás que podrás comenzar de nuevo cuando tu así lo quieras. Y sí, muy probablemente será así.

La pregunta es ¿cuánta energía necesitarás? ¿Qué tanto se habrá contaminado tu dialogo interno?

Mil veces he colgado mis sueños. Mil y una los he descolgado. Y cuesta.

6. Actitud

El ingrediente mágico.

Y yo lo resumo en una pregunta: ¿inviertes en la meta o inviertes en el proceso?

Si piensas que la felicidad, esa sensación de realización y gozo la tendrás SOLAMENTE cuando hayas alcanzado tus sueños, lamento decirte que estás frito.

Y no es que sea malo querer alcanzar lo que sea, material o intangible.

La pregunta incómoda es esta: ¿qué pasará si a la vida se le ocurre que NO llegarás a esa meta?

¿Cual será tu actitud? ¿Perra vida, no me da juego? ¿Acabará esto con tu motivación?

¿Y si inviertes en el proceso? ¿Y si tu motivación se oxigena al darte cuenta en la persona que te estás convirtiendo mientras avanzas hacia tus sueños?

Si decides hacer esto último, no diré que no importará si llegas o no a tu metas. Seguro dolerá. Pero la perspectiva será tan amplia que saldrás fortalecido.

Tanto si llegas a tus metas como si no, siempre ganarás.

¿Qué mata a la actitud? Tener un modelo mental de que “Si logro (lo que sea), seré feliz”.

Piensa: ¿cuánta gente conoces que tiene “todo” y son tremendamente infelices?

Deion Sanders está causando revuelo. Su enfoque revolucionará el deporte y muy seguramente transformará a los jóvenes con quienes hoy trabaja.

¿Estás listo para ganar?

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